El Poder de la Mafia

@arebolledo1

La Mafia es una organización de poder, que actúa con alianzas y colaboraciones de funcionarios del estado especialmente en lo político,además del soporte de ciertas capas de la población.

Por lo tanto este tipo de organizaciones criminales deben tejer, desde sus inicios, redes con funcionarios públicos, con los cuales obtendrán cuotas de poder que les facilitarán la realización de sus negocios ilícitos, por esta razón es que los funcionarios idóneos son los ligados a la política, sin embargo, ello no obsta a que se encuentren en dichas redes los militares, policías, funcionarios del fisco, etc., en fin, todo aquél que sea útil a los fines de la organización.

Esta es la causa de la vinculación tan estrecha que tienen estas organizaciones mafiosas con la política, pues de otro modo sería imposible su existencia, como bien lo señala Francesco Forgione: “Podría existir una política sin mafia, pero no una mafia sin política”.

Comúnmente esta organización criminal es confundida con la delincuencia organizada como si se tratasen de términos sinónimos, lo cual es incorrecto. Mientras que la delincuencia organizada son grupos dedicados a delitos específicos como lavado de dinero, falsificación, tráfico de droga y armas, etc., la organización mafiosa, por su parte, es la que encierra en macro todas estas conductas criminales, porque para realizar su función requiere de todas que, por separado, realizan las organizaciones de delincuencia organizada.

En cambio, los grupos estructurados son células, que conforman la delincuencia organizada, las cuales coadyuvan a realizar una determina conducta delictual, por ello es que alcanzan a convertirse en organizaciones de delincuencia organizada, y varias organizaciones de este tipo, constituyen la mafia.

Si bien es cierto que tanto la Mafia como la Delincuencia Organizada tienen en sus células grupos estructurados debidamente organizados y cuya finalidad es la obtener beneficios económicos con la práctica de sus actividades ilícitas, ello no significa que todos sean de la misma naturaleza o sinónimos. Para comprender la diferencia de ambas organizaciones delictivas, basta con conocer su esencia.

Se cree que la Mafia se originó en Sicilia, Italia, aproximadamente en el año 1800 D.C., producto de la ineficiencia del Estado en brindar protección a sus habitantes, quienes en sus comienzos actuaban como apoderados de los terratenientes ausentes frente al gobierno de Sicilia, convirtiéndose en la única herramienta para obtener protección de sus propiedades frente a posibles ataques de personas locales o extranjeras, incluso de los bandoleros que se dedicaban al robo de lo que fuera que se encontrara dentro de esas extensiones territoriales.

Los gobiernos, de acuerdo a sus facultades constitucionales, tienen el monopolio del uso progresivo de la fuerza para la protección de sus habitantes, y lo realizan a través de organismos públicos bien delimitados y con competencias funcionales muy específicas, como es el caso de la policía. Pero cuando el gobierno se vuelve incapaz de brindar la protección debida a sus habitantes, bien por debilidad de sus instituciones o por actos de corrupción, la mafia surge como una solución rápida y efectiva, aunque costosa en dinero, incluso para aquellas personas que consideran que el castigo recibido por un delincuente es injusto o muy endeble, en estos casos, la mafia se convierte en un gobierno paralelo totalmente independiente en cuanto a su estructura, administración y funcionamiento, también limitado territorialmente, pero capaz de cumplir con sus obligaciones satisfactoriamente.

Hoy día, luego de haber pasado por una serie de desarrollos con claros indicios de adaptación a las nuevas formas de vida, la mafia también se ha globalizado, extendiéndose a territorios sin límites, lo cual le ha generado grandes cantidades de dinero, incluso se han extendido no solamente a brindar protección sino a otras actividades lucrativas igualmente ilícitas.

A mayor abundamiento, GIUSEPPE CARLO MARINO un estudioso del fenómeno de la mafia, sostiene que el “…curso de tan numerosa, y nada útil, proliferación de opiniones y, más tarde, de modelos interpretativos, sería imparable, hasta nuestros días. Mucho más grave que el desacuerdo entre los estudiosos es el grado de aceptación que, entre tanta confusión, ha logrado conquistar la definición que es, entre todas, la menos convincente, aquella –de amplio uso- según la cual la mafia sería un fenómeno de “delincuencia organizada”…
Continúa el autor señalando que “…debería parecer excesivo el empeño puesto por tantas ciencias en la interpretación de un fenómeno delictivo, por más que éste se revele eficiente y aguerrido, precisamente porque está organizado. Y es extraño que al describirlo se eluda con demasiada frecuencia el problema de dar una razón histórica del motivo por el cual se volvió tan fuerte y capaz de reproducirse en el tiempo, a despecho de todos los cambios, hasta el punto de parecer invencible, como el mítico fénix, dado que ningún gobierno ha conseguido nunca liquidarlo de manera definitiva…”

Explica el autor que “…nos encontramos ante un fenómeno muy complejo que es parte integrante de un sistema de poder, y asume un relieve central la exigencia de entender cómo un sistema de este tipo pudo formarse y reproducirse en la historia. No parece que exista otro camino para salir de la babel de los juicios y de los modelos producidos en distintos momentos por el estudio de la mafia…”

Por lo tanto, la mafia surge como consecuencia de una política ineficaz, la cual se ha venido desarrollando con el correr de los tiempos y ha penetrado en otros ámbitos propios de la delincuencia organizada, he ahí la confusión, mas sin embargo, se mantienen muchos de los elementos propios que identifican a la mafia. En cambio, la delincuencia organizada, tiene una naturaleza más delictiva, siendo más fácil su identificación, incluso de los integrantes que la componen, por ello resulta más factible –en comparación con las organizaciones mafiosas- su combate y erradicación, sin menoscabo que surja una nueva organización de delincuencia organizada, pero no la misma, como ocurre con la mafia que se mantiene operando en el tiempo.

Existen numerosas organizaciones mafiosas que hoy día operan en el mundo, incluso en Venezuela. Algunas de ellas se mantienen vigentes desde los inicios mismos de la mafia, tal es el caso de la Cosa Nostra, la ‘Ndrangheta, La Camorra, entre otras. Ahora bien, ¿cómo estas organizaciones mafiosas han permanecido hasta nuestros tiempos?. FRANCESCO FORGIONE, explica: “…En el pasado, varias veces las distintas organizaciones criminales han gestionado negocios en común, desde el contrabando de tabaco hasta el tráfico de heroína y armas.

En este caso, los investigadores y los magistrados de Palermo captan algunos elementos de novedad: “Asumiendo las características de un modelo de empresa de éxito, siguiendo la misma lógica de especialización, crecimiento y expansión en los mercados internacionales, las organizaciones criminales complejas como la Cosa Nostra y la ‘Ndrangheta han demostrados poseer estructuras versátiles y aptitud para la transformación, capacidad de adaptarse a las exigencias del mercado, tendencia a maximizar las oportunidades y a minimizar los riesgos a través de la programación y planificación común de las actividades ilícitas…”

Sin lugar a dudas, esta ha sido la clave para que las organizaciones mafiosas como la ‘Ndrangheta, la Camorra y la Cosa Nostra hayan perdurado en el tiempo. En primer lugar, por el hecho de haber sido llevadas como una empresa de éxito, es decir, estableciendo reglas de conducta, así como parámetros al momento de realizar las operaciones y demás actividades ilícitas, precisamente como una empresa, toda vez que, esa es precisamente la visión del mafioso, llevar la organización como una empresa para la obtención del dinero a gran escala. En segundo lugar, se siguen con los mismos criterios de especialización, crecimiento y expansión en los mercados internacionales, por cuanto son los mismos principios con los cuales opera una empresa trasnacional de carácter lícito, toda vez que, el mismo mercado lleva a traspasar las fronteras sobre todo si el negocio va en ascenso, para lo cual se debe especializarse en esos mercados internacionales, o sea, conocer su naturaleza, modo de operar, a quien va dirigido, oferta y demanda, incluso competidores, tal y como ocurre con los negocios lícitos.

Por último y no menos importante, se encuentra el hecho de tener estructuras organizativas maleables, que se adaptan a las necesidades de la organización para así mutar y adaptarse a la zona en la que se opera, obteniendo mejores resultados y evitando las pérdidas tanto de recurso humano como financiero principalmente. Si las estructuras no tuvieran esta flexibilidad y por el contrario fueran rígidas, las probabilidades de éxito serían ínfimas, pues la conducta humana se encuentra en constante movimiento y por ello las normas de funcionamiento no pueden ser estáticas.

Estas reglas de conducta no solamente se implementan para el funcionamiento de la organización mafiosa, sino que además se cumplen con una rigurosidad pasmosa. Por ejemplo, en el caso de la Cosa Nostra (Cosa Nuestra), existen reglas incluso para ingresar en esa organización, toda vez que, nadie puede presentarse a sí mismo a la organización, debe haber otro que lo haga. Ello tiene una razón lógica, el individuo que presenta al sujeto a la organización debe pertenecer a ella, y por tanto, es responsable del sujeto llevado a la organización, en consecuencia, si el nuevo integrante es un policía encubierto, o simplemente no era responsable con la organización y no era digno de ella, quien paga las consecuencias es el que lo había presentado a la organización mafiosa, porque tiene la responsabilidad de conocer bien al sujeto antes de presentarlo a los capos o capitanes.
Otra regla importante, es que los integrantes de la organización mafiosa no hablan con nadie de sus asuntos y menos delante de sujetos que no conocen, aunque se supiera que pertenecen a la misma organización, debe ser otro integrante que lo conociere para presentarlo ante los capos, de lo contrario no se habla con él. La disponibilidad del tiempo para realizar las reuniones o actividades ilícitas, también es un requisito indispensable para pertenecer a la organización mafiosa, por lo tanto, no se puede, bajo ninguna circunstancia, excusarse para no concurrir a una reunión o realizar un acto cualquiera sea su naturaleza, ello es considerado como una ofensa a los jefes, en consecuencia, no hay horario, ni vacaciones, ni fines de semana, incluso no se permite excusas relacionadas con la familia.

Pese a que la familia del que integra la organización mafiosa no está por encima en cuanto a prioridad, si se respeta en gran escala, al punto que no se puede ver y menos fraternizar bajo ninguna especie con la esposa de otro integrante de la familia, de lo contrario, los castigos son severos, incluso la muerte, porque de permitirse crearía una inestabilidad en la organización mafiosa, en virtud que, no se quiere que los integrantes estén peleando por amores o rencillas, sino están ahí es para ganar dinero como una gran empresa. En tal sentido, a la esposa se debe tratar con respeto, pues constituye la figura central de la familia, sin embargo, el respeto no significa fidelidad.

El respeto a sus superiores es preponderante dentro de la mafia, por tanto, los subordinados deben soportarlo todo, nunca se debe quejar del jefe. El mundo del hampa se construye sobre mentiras, pero los subordinados deben decir la verdad especialmente si es el jefe que le pregunta alguna información, pues así es que pueden controlar a los integrantes de la organización.

Se ha dicho que la finalidad principal de una organización mafiosa es obtener grandes cantidades de dinero, sin embargo, no se permite apropiarse del dinero que le pertenezca a otro o el dinero de otras familias, es decir, se prohíbe el robo entre mafiosos, por cuanto eso pondría en peligro la existencia de la organización. La mafia gana dinero de abajo hacia arriba, en la parte superior de la cadena de dinero siempre está el jefe y siempre hay que darle dinero.

La clandestinidad es otra de las reglas importantes de la mafia, por ser sociedades secretas no debían exhibirse, por eso no es conveniente la publicidad, pues para tener éxito los mafiosos deben tener un perfil bajo, de lo contrario sería muy fácil su rastreo, identificación y captura. Aún y cuando esta regla es de difícil cumplimiento, por la gran cantidad de dinero que se maneja en las organizaciones mafiosas, se debe hacer lo necesario para cumplirla.

Por último, ningún integrante de la organización mafiosa, puede tener lazos o nexos con personas vinculadas con la justicia, sean policías o expolicías, incluso cualquier familiar cercano, y si por alguna razón, algún integrante es aprehendido no puede delatar a ninguno de los integrantes de la organización, por cuanto los familiares de éste continúan en la calle y son blanco fácil de la mafia, por esta razón es que ha sido tan difícil identificar plenamente a una organización mafiosa, pese a los esfuerzos de los gobiernos, verbigracia, la ley de protección de testigos, implementada por los Estados Unidos.

Como puede observarse no solo por la implementación de estas y otras reglas ha subsistido las organizaciones mafiosas, sino además por el cumplimiento irrestricto de las mismas, lo cual es un elemento complejo para erradicar estas organizaciones, como bien lo expone FRANCESCO FORGIONE, cuando sostiene que “…La red se rige por unas reglas de comportamiento férreas y absolutas: “Jamás un error, jamás un paso en falso, jamás un nombre de pila, jamás una dirección… sólo coloquios, metáforas, similitudes para señalar amigos, horarios, citas… y por teléfonos verdaderos “códigos de claves” propiamente dichos, jamás un número de móvil dictado tal cual, siempre cifras aparentemente incomprensibles…”

De acuerdo con las investigaciones más recientes, en Venezuela se encuentran elementos que integran la Cosa Nostra (Trapanese), tanto en Caracas D.C., como en Valencia, Estado Carabobo; así mismo elementos de la mafia ‘Ndrangheta, tanto en Caracas D.C., como Puerto Ordaz, Estado Bolívar y Guatire, Estado Miranda

Días
Horas
Minutos
Segundos