Los funcionarios de alto nivel del régimen de Maduro a menudo están implicados en los escándalos de lavado de dinero y malversación de Pdvsa. Casi no enfrentan consecuencias, al menos en parte porque, según el especialista en lavado de dinero, Alejandro Rebolledo, la propia administración ha lavado miles de millones de dólares, incluso a través de esquemas basados en PDVSA.
Igualmente dijo el magistrado venezolano Alejandro Rebolledo que: “Los cómplices y socios del régimen criminal de Venezuela no les queda otra que refugiarse en su guarida que tienen en Venezuela, donde ellos y sus testaferros tienen el entramado de empresas fachadas en Europa, Centro América y el Caribe para lavar dinero y vaipasear las sanciones americanas”.
Es posible que los funcionarios venezolanos finalmente se hayan encontrado con un escándalo de corrupción de PDVSA que no pueden permitir que quede impune, lo que insinúa cuán grave se ha vuelto la escasez de petróleo y gas en el país.
A principios de febrero, el fiscal general Tarek Saab ordenó el arresto de cuatro funcionarios de la petrolera estatal venezolana Petróleos de Venezuela (PdVSA), incluido el presidente de una de sus subsidiarias, Jacob Gray, por cargos de corrupción y robo de petróleo.
En septiembre de 2020, Gray fue nombrado jefe de PDVSA Gas Comunal, que distribuye gas licuado de petróleo (GLP) a ciudadanos comunes. Desde entonces, supuestamente se confabuló con los gerentes de las plantas de llenado con el fin de desviar y vender miles de cilindros de la sustancia.
Los informes de los medios indicaron que a precios oficiales subsidiados, se supone que cada bote de GLP cuesta solo $ 0.02. Sin embargo, Saab dijo a los periodistas que los perpetradores de este esquema utilizaron hombres armados para obligar a los distribuidores de gas a comprar botes robados a precios que oscilaban entre los 10 y los 40 dólares.
Muchos venezolanos no están conectados a una red eléctrica natural y, por lo tanto, dependen del GLP para obtener gas, que se utiliza principalmente para cocinar. Según los informes, una familia venezolana promedio necesita al menos 2 cilindros al mes, pero la escasez constante de GLP ha obligado a muchos a recurrir a la leña.
Tan recientemente como en 2010, Venezuela era autosuficiente en GLP e incluso exportaba a otros países. Sin embargo, la escasez interna obligó al país a comenzar a importar, principalmente de Estados Unidos. Y, según Argus , un grupo de medios centrado en los mercados energéticos, las sanciones petroleras impuestas en 2019 cortaron efectivamente el suministro del país.
El esquema de corrupción, que exacerbó una escasez ya grave, salió a la luz por primera vez cuando los fiscales investigaron al propietario de un almacén, que estaba vendiendo cilindros de gas ilegalmente y encontraron 4.000 de ellos en su propiedad. El hombre llevó a los investigadores hasta Gray y tres de sus asociados, quienes trabajaban como gerentes en estaciones de servicio en Venezuela.
La corrupción y la mala gestión dentro de PdVSA han sido desenfrenadas durante años, pero tradicionalmente se han enfrentado con total impunidad, no con órdenes de arresto. La fuerte reacción de Saab y su voluntad de perseguir a funcionarios de alto nivel demuestran cuán desesperada se ha vuelto la situación en la nación más rica en petróleo del mundo.
Esta vez se siente diferente. Si bien Saab anunció el arresto de los tres directivos, fue el propio Maduro quien confirmó el arresto del presidente de la filial de PdVSA, quien había sido una estrella en ascenso del partido PSUV. “Nos sangran las gargantas pidiendo a los funcionarios públicos que hagan lo correcto pero desde atrás están robando el país” , dijo .
Esta semana, un funcionario del gobierno le dijo a Argus que están involucradas figuras más importantes de PdVSA, lo que sugiere que la oficina del fiscal tiene la intención de respaldar las declaraciones de Maduro con más arrestos.
Venezuela tiene las reservas de petróleo más grandes del mundo, pero la corrupción, la subinversión y las sanciones han dejado al país con una infraestructura en ruinas incapaz de extraer y procesar esas reservas. Esto ha puesto al país en una situación tan desesperada que los contrabandistas han estado trayendo gasolina desde Colombia y Brasil.
